Entradas

Mostrando entradas de marzo 19, 2017

El mea culpa de un izquierdista, oye

Imagen
¿Puede doler un país?   Trojes, Tiquipaya, Cochabamba, 22 de diciembre de 2007.  Filemón me recibe carajeando a sus perros. Su gorra de cuero negro como carnet de militancia inclaudicable en las filas de la izquierda a secas. Su sonrisa socarrona en su boca de coca, aparece y desaparece. Sabe quién soy, dónde he trabajado y me habla de mi padre, del alzamiento de 1981 contra García Meza. Me sorprende y de pronto siento algo de alivio. Filemón suele devorar periodistas. Habla zambullido en decenas de libros, todos señalados con pequeños papeles como lengüetas en la página precisa. Se ha preparado –así dice- y de rato en rato se para, trae un libro, un afiche, un recorte, un objeto, lo que sea… y escupe un pedazo de historia política. - “¡No se meta a grabar nada si no conoce la historia de este país... compañerita…!” , increpa Filipo con una mezcla de tutela y empute genuino. Filemón está dolido.   Filemón Escóbar sólo necesita presentación para quienes no conocen la histori

MUSAS DEL TERCER SEXO

Imagen
CRÓNICA Barbarella, la reina eterna / fotografía robada, con permiso de la Santa Las musas del Tercer Sexo viven en manada. Su casa está, dicen que dicen por ahí, cerca al puente Abaroa en la Avenida Buenos Aires donde este no es un secreto. Porque las travestis son por aquí parte del paisaje cotidiano, vecinas de la zona, amas de casa comunes y corrientes de no ser por el exceso: maquillaje, silicona y mucha carne. Primero fue su comadre, luego Joana, luego Candy, Barbarella, Noelia y finalmente Joseline. “Los mil nombres de María Camaleón”. Así apareció Candy que bueno, que ya, que compartirá su historia por el bien de las compañeras –dice- para que la gente las conozca y deje de andar discriminando. La cita es en esa calle del pecado de nombre Muñecas. Días después, cómo no, de vuelta en el puente Abaroa. Como toda Diva que se precie, ella llega tarde y acompañada. Candy El nombre que figura en su carnet de identidad no importa, hace rato que ella es Candy para

Malos de ayer, malos de hoy

Imagen
  "Me dirás por qué estoy borracho, yo te contesto: ¡porque estoy feliz de pertenecer a este gobierno que nos permite a los milicos hacer lo que nos da la gana!" . Así respondió un comandante a su camarada un día de 1981, durante la dictadura de Luis García Meza. Hace años vengo trabajando en la revisión histórica del periodo comprendido entre 1978 y 1982. El fin de la dictadura de Hugo Banzer Suárez y particularmente el año de gobierno de la dictadura de Luis García Meza. Con pelos y señas. Quiero decir, sé. Y cada que paso por aquellos eventos nefastos que terminaron por hundir al régimen resulta difícil no pensar en lo que sucede actualmente en el país, en democracia. No, no te arrebates. Efectivamente el carácter criminal de aquella dictadura marca un límite infranqueable que impediría comparación alguna. Pero esa misma razón ha evitado también señalar un aspecto fundamental que hoy resulta apremiante: la apropiación del Estado como bien privado cuyas con

Mi reina

Imagen
“A lo mejor soy depravada de nacimiento, porque lo que más me excitaba del asunto era pensar: Soy rápida. Mínimo, más que Súperman , carajo. Aunque por muy veloz que fuera, igual tenía el otro pie en el freno” (Diablo Guardián) Violeta es chingona, chingonísima. Adjetivo mexicano tan expresivo que difícilmente se traduce al boliviano como lo que quieras, digamos: mamona, buenaza, buenísima, capa, cabrona, pendejísima. Más o menos. El caso es que Violeta tiene una telaraña. Ella es una joven y guapa –chingona- araña. Un día de esos cae en su salivoso tejido el macho alfa de una tribu en parto colectivo, una tribu en éxtasis revolucionario. Avatar de los Andes. Chingona como ninguna, la araña se embaraza. El rock star de la tribu naciente se hace al k’asa. Mejor. Poco después el niño aparece. Nada que hacer. Haciendo ascos, el macho mira a la criatura que por aquella vieja revancha de los hijos “naturales” es idéntica al padre. Justicia divina. La arañita pide cl

BARATIJA VI (El regreso de La Maja)

Imagen
Crónicas de la India María María Nicolasa Cruz, mejor conocida como la India María, se fue de San José de los Burros hacia la capital. El día que se marchó, su madre lagrimeando la abrazó, la bendijo y le soltó: “-No te digo que me escribas, mijita, porque no sabes. Y si supieras, pus pa qué, si yo no sé ler.” La India María fue esa mujer discriminada por india. Lo de mujer sobra. Esa mujer dizqué tonta, tonta, pero no tanto, que se mofaba del poder entre chiste y chiste y para ello asumía en la pantalla cinematográfica un rosario de tragicomedias porque al cachascán cotidiano sólo puede una tragárselo rebalsando de risa. La India María fue monja, torera, motociclista y hasta candidata a la Presidencia. Hoy es migrante, pequeña empresaria, contrabandista, emprendedora, cuentapropista, dirigenta empoderada, estudiada, dígame licenciada, mínimamente aspirante a la Alcaldía más próxima, a la vuelta del Palacio de Gobierno. La India María trae ahora una laptop cone